Imprimir Dinero Sin Control La Receta Para Quebrar Un País

Imprimir Dinero Sin Control La Receta Para Quebrar Un País

El dinero, ese invento del ser humano tan fascinante, la causa de gran parte de los problemas del mundo y a la vez el motor del progreso de la humanidad. Cuando uno ve a su alrededor pobreza, crisis, dolor y sufrimiento, es habitual preguntarse algo lógico ¿Por qué no imprimimos más dinero para acabar con la pobreza, las desigualdades y dar solución a todos los males que asolan una economía? El dinero nace como una manera de transportar valor de una forma sencilla y cómoda. Con este sencillo invento, el ser humano dejó de depender del trueque y pudo comerciar con facilidad con lugares muy lejanos. Ya no hacía falta intercambiar 100 kilos de trigo por una vaca, eso era súper ineficiente. Con la invención del dinero, bastaba con llevar unas cuantas monedas con las que comprar cosas. Al principio incluso se utilizaron conchas y piedras como monedas, pero claro, había demasiadas piedras y demasiadas conchas, como para que estas pudiesen tener algún valor, así que aquello no funcionó muy bien. También se utilizó el trigo como moneda, pero aquello no era del todo manejable, ya que ocupaba demasiado y por tanto era difícil de transportar. Así que la clave fue cuando se empezaron a hacer monedas de metales preciosos, que si eran escasos, se podían transformar de forma más fácil.

La evolución del dinero

Poco a poco el tema se fue poniendo serio y cada reino o estado tenía su propia moneda oficial, con un valor determinado que dependía de la cantidad de metal precioso que tuviese la propia moneda. El problema es que cuando el comercio se fue extendiendo, lo de andar llevando un montón de monedas por ahí tampoco era muy práctico ya que el oro, la plata o incluso el cobre pesaban bastante y los ladronzuelos estaban también a la orden del día. Así que los orfebres empezaron a dar un servicio que consistía en guardar las monedas en una caja fuerte y a cambio daban unos justificantes que servían para recuperar las monedas. De esta manera pronto estos justificantes se comenzaron a utilizar para pagar transacciones comerciales. Finalmente fueron los estados los que introdujeron el papel moneda creando los billetes. Al principio los billetes seguían el llamado patrón oro, es decir, ibas al banco y tu billete se podía cambiar por una cantidad de oro determinado. Durante la primera guerra mundial algunos países imprimieron más billetes del oro que tenían, algo que se repitió durante la Gran Depresión.

imagen, la evolución del dinero

El abandono del patrón oro

En los últimos compases de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos se convirtieron en la economía más fuerte del mundo y casi todos los países llegaron a los Acuerdos de Bretton Woods. Los Acuerdos de Bretton Woods establecieron el dólar como moneda de reserva internacional. Esto quiere decir que el dólar estaba respaldado por el oro y las demás monedas estaban vinculadas al valor del dólar. Así que muchos países comenzaron a almacenar dólares como reserva en lugar de oro. En 1971, el presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, decidió abandonar definitivamente el patrón oro, así que casi de la noche a la mañana el oro dejó de respaldar el valor del dólar y, por tanto tanto las monedas de otros países. Desde entonces el valor del dinero ha estado respaldado por la confianza en las instituciones financieras y gubernamentales que lo emiten y la oferta de dinero es controlada por los bancos centrales.

El peligro de imprimir dinero

Vamos, que todo el dinero que tenéis en billetes, monedas o en la cuenta del banco es un activo que tiene valor porque el conjunto de la sociedad así lo cree. En el momento que esta confianza se pierde, el sistema colapsa. En otras palabras, que el valor intrínseco del dinero actual es cero. Porque al final, el oro es útil para fabricar objetos, es un buen conductor de la electricidad y sirve para un montón de usos industriales. Y así, después de esta breve historia del dinero, es como llegamos al tema que nos importa hoy. El de por qué leches no se le puede dar continuamente a la maquinita de imprimir dinero.

imagen, el peligro de imprimir dinero

La inflación

Básicamente, sin darle demasiadas vueltas al asunto, el tema es que imprimir dinero hace que aumenten los precios, es decir, se crea inflación. Y cuanto más se imprime, más inflación se crea, hasta el punto de que algunos países entran en espirales hiperinflacionistas que acaban destruyendo sus economías. Imagínate una isla desierta con 4 personas y en la que lo único que hay para comer es una caja con algo de fruta, algo de carne y huevos. En un principio todo tiene un gran valor, ya que estás en una isla desierta y no hay nada para comer. Explorando, nuestros cuatro amigos han encontrado un montón de árboles frutales. Así es como automáticamente tener la carne y los huevos se vuelve mucho más importante y la fruta ve cómo su valor ha bajado.

Consecuencias de la impresión descontrolada de dinero

Pues que si de la noche a la mañana un país imprime dinero hasta doblar la cantidad de billetes en circulación, los precios también subirán de forma acorde. Y es lógico, todo el mundo tiene el doble de dinero, así que estarán dispuestos a pagar más por lo mismo. De repente conseguir mascarillas era tarea imposible, hasta que todo el mundo empezó a fabricarlas y su precio acabó bajando una barbaridad, pues con el dinero es un poco lo mismo. Así que pongámonos en una situación en la que un país se pone a imprimir dinero sin control, para por ejemplo pagar sus deudas. Lo que va a pasar es que los precios dentro del país subirán y el valor de la moneda de ese país bajará en relación con los precios de las monedas de otros países.

imagen, consecuencias de la impresión descontrolada de dinero

Crisis económicas por hiperinflación

Por tanto, a los ciudadanos y a las empresas del país cada vez les va a costar más dinero comprar productos en el extranjero, ya que normalmente todas las transacciones internacionales se pagan en dólares y recordemos que al imprimirse más moneda, la moneda local ha bajado de valor respecto al dólar. Todo esto incluso puede llegar a causar problemas de desabastecimiento. Además hay otro punto importante y es que como la gente empieza a notar que los precios suben muy rápido, a todo el mundo le entra la prisa por comprar antes de que los precios suban más y esta creciente demanda, o pánico, como se quiera ver, implica una subida de precios aún mayor.

Ejemplos de hiperinflación

Esta situación se dio en Argentina entre 1989 y 1990, se dio la pasada década en Venezuela y en cierto modo se sigue dando. Otro proceso de hiperinflación tremendamente fuerte fue el de Zimbabue y por irnos a Europa tenemos un proceso similar en la República de Weimar, en un momento en el que Alemania, convalesciente de la Primera Guerra Mundial, estaba siendo muy castigada por las reparaciones de guerra que tenía que pagar por culpa del Tratado de Versalles.

Soluciones a la hiperinflación

Para acabar con estas crisis, normalmente se requiere de un cambio total de sistema, en el que se controla la impresión de dinero, se reducen los gastos del Estado y, sobre todo, se requiere de ayuda externa, generalmente del Fondo Monetario Internacional, que rescata a los países en cuestión o les reestructura la deuda para que el país afectado pueda respirar un poco tranquilo. El Fondo Monetario Internacional o FMI es un organismo compuesto por 190 países, entre ellos las principales potencias del mundo, cuya sede se encuentra en Washington, D.C.

imagen, soluciones a la hiperinflación

La impresión descontrolada de dinero conlleva graves consecuencias para la economía de un país, causando hiperinflación, desabastecimiento y pérdida de valor de la moneda local. Es por ello que es fundamental que los gobiernos y bancos centrales mantengan un control estricto sobre la oferta de dinero, evitando así escenarios que puedan llevar a la destrucción de la economía. El dinero, siendo un instrumento tan poderoso, debe ser manejado con cautela y responsabilidad para garantizar la estabilidad financiera y el bienestar de la sociedad.

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