Últimamente se está hablando mucho de un tema que nos afecta a todos y es que cada poco saltan a la luz escándalos que relacionan a gente famosa, ricos y poderosos con los llamados paraísos fiscales. ¿Es simplemente un sitio en el que se pagan menos impuestos o es algo más profundo y complejo? En casi todos los países del mundo, tanto si eres una empresa como si eres una persona, vas a pagar una parte del dinero que ganas con tu trabajo en impuestos. En cambio, no en todos los países se paga lo mismo, y cada país es libre de imponer a sus ciudadanos y empresas los impuestos sobre la renta o sobre los beneficios que consideren oportunos.
Los paraísos fiscales: ¿qué son y cómo operan?
El problema de estos son los paraísos fiscales, países que tienen unos impuestos bajísimos en los que las grandes fortunas y grandes empresas se pueden ahorrar un auténtico dineral y no pasar por las arcas del estado al que pertenecen o en el que residen. Los paraísos fiscales suelen ser pequeños estados, generalmente islas, que no tienen mucha industria más allá del turismo y que se han convertido en paraísos fiscales para atraer riqueza exterior y generar puestos de trabajo en su territorio. Muchos de estos paraísos fiscales sí cobran impuestos, pero las tasas son ridículas, entre el 1 o el 2%, como mucho un 3. Mientras que, por ejemplo, en España el impuesto sobre beneficios para una empresa es del 25% y el tramo máximo del impuesto sobre la renta de las personas alcanza el 47%.
Ejemplos de paraísos fiscales
Ejemplos de paraísos fiscales son países como las islas Fiji, Panamá, Seychelles, Trinacito Vago o territorios que pertenecen a otros países con un estatus especial, como Guam, las Islas Vírgenes, las Caimán o las Bermudas. De estos territorios que pertenecen a otro país con un estatus especial destacan sobre todo territorios de Reino Unido y de Estados Unidos. En Europa tampoco nos liberamos de ello y podemos encontrar a países como Suiza o Luxemburgo que actúan como verdaderos paraísos fiscales.
¿Cómo funcionan las empresas offshore?
Cada país, e incluso algunas instituciones supranacionales como la Unión Europea, tienen su propia lista de paraísos fiscales y lo que para unos es un paraíso fiscal, para otros puede no serlo. Se estima que unos 7 billones de dólares, hablamos de billones europeos, es decir el equivalente a casi 7 veces el PIB de España, están en alguno de estos paraísos fiscales, lo que supone alrededor del 8% de la riqueza mundial. Existen cuatro factores clave que determinan si un territorio es un paraíso fiscal. Si el territorio en cuestión no impone tributos o estos son muy bajos. Si las leyes o las prácticas administrativas no permiten el intercambio de información con otros países en relación a quien se beneficia de los bajos impuestos. Si se permite a los no residentes beneficiarse de los impuestos bajos, aun cuando estos no desarrollen efectivamente una actividad en el país.
La evasión de impuestos y el lavado de dinero
¿Qué hacen las grandes fortunas y grandes empresas para pagar impuestos en esos países en vez de en sus países de origen? Pues la verdad es que es algo relativamente sencillo. La clave de esto son las llamadas empresas offshore, también conocidas como empresas fantasma o empresas pantalla. Imaginaros a alguien muy rico, el presidente de una gran empresa, un futbolista, un presidente del gobierno, un delincuente o un rey. Este señor rico, llamémosle el señor X, abre una sociedad en uno de estos paraísos fiscales. Una, puede ser que las leyes de ese país o territorio impidan conocer al dueño de esa empresa. O la otra es que el señor X utilice un testaferro, es decir, alguien que paga por poner su nombre y que así no figure en ningún papel el de nuestro señor X. Las empresas offshore tienen una característica común, y es que no existen más que en papel. No tienen trabajadores, no venden nada ni ofrecen ningún servicio, y simplemente sirve para que se pueda tener una cuenta en la que ocultar el dinero de manera totalmente confidencial a un coste muy pero que muy bajo.
La inmoralidad de las prácticas de evasión fiscal
El problema para la gente de a pie es que esta práctica no es necesariamente ilegal, de hecho normalmente no lo es. Sin embargo muchas grandes fortunas no declaran y esconden deliberadamente este dinero a las autoridades del país en el que residen y eso sí que puede ser un delito. También muchos delincuentes utilizan estas sociedades offshore para lavar dinero negro obtenido de actividades ilícitas. Donde está el debate es en la inmoralidad de las prácticas de estas grandes fortunas que pueden acceder a este tipo de servicios al contrario que un ciudadano de a pie y así dejar de contribuir al bien común mientras que el resto de la población cumple religiosamente con sus obligaciones fiscales. Esto ha llevado a los expertos de la ONU en Derechos Humanos a pronunciarse contra el abuso de la existencia de los paraísos fiscales, que afectan a miles de millones de personas en todo el mundo.
El impacto en los países y en las multinacionales
Pues de igual manera, todo lo que les hace falta a estas grandes multinacionales es tener una empresa de su grupo basada en un paraíso fiscal. Y todo lo que tienen que hacer es que los activos intangibles más importantes del grupo empresarial pertenezcan a esta empresa basada en el paraíso fiscal. Una vez la empresa que está basada en el paraíso fiscal ya tiene transferidos los activos intangibles, solo tiene que pasar la factura a su sociedad hermana, que está en un país con impuestos normales, por el uso de esa patente, el código, la fórmula o el algoritmo. Y voilà, el beneficio ha dejado de estar en el país con impuestos normales para estar en el paraíso fiscal. Este proceso lo he simplificado un poco para que se entienda bien. Realmente la burocracia es un poco más compleja pero el ejemplo sirve para entender a grosso modo cómo funciona el sistema.
¿Cuál es la solución?
Y seguramente te estés preguntando ¿y por qué el resto de los países no bajan los impuestos como hacen las islas Caimán o las islas Virginia? Bueno, hay una corriente de pensamiento importante que sí defiende impuestos más bajos en todos los países, pero a la hora de la verdad es complicado bajarlos más de cierto nivel. Esta manera es mediante los impuestos y si los ingresos bajan, la cantidad de dinero dedicada a todos estos fines tendría que bajar, lo que podría dar lugar a consecuencias impredecibles. ¿Qué deberían hacer los gobiernos para resolver este conflicto?
Los paraísos fiscales representan un desafío para la equidad fiscal y la justicia económica a nivel mundial. Las prácticas de evasión de impuestos y lavado de dinero asociadas con estos territorios plantean serias preocupaciones éticas y morales. Es responsabilidad de los gobiernos y las organizaciones internacionales trabajar en conjunto para abordar este problema y garantizar que todos los ciudadanos y empresas contribuyan equitativamente al bien común.